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domingo, 23 de diciembre de 2012

¡Queridos Reyes Magos! He sido.......................






A pesar de aquel gélido frio y la humedad reinante que calaba hasta los huesos,  Germán, junto a su hermana  Sandra , algo menor que el,  habían salido del refugio ofrecido por aquella chabola que su padre había construido a base de desperdicios de madera y chapa que había ido recogiendo por los vertederos . Desde donde se encontraban,  debido a la orografía del terreno, ya que el solar donde les habían permitido al menos de momento instalarse estaba situado a las afueras de la población y  unos metros por encima de ella, podían ver perfectamente  la gran avenida por la que dentro de unos minutos iban a pasar aquellos tres reyes a la grupa de sus gigantescos camellos y acompañados de aquellos pajes que les servían de ayudantes. También podían ver el final de esta, que terminaba en una plaza donde se habían instalado  tres tronos bellamente engalanados sobre un estrado construido ex profeso para aquel acontecimiento.
.- ¿Qué nos van a traer a nosotros?.- Preguntó la niña ilusionada.
.- No creo que nos traigan nada, estamos muy altos y los reyes no podrán subir hasta aquí.- Germán sin mirarla, pero sin soltar la manita de su hermana, intentó que Sandra no se llevase una desilusión al esperar que la colmasen de regalos como había ocurrido en el  pasado.
.- ¿Y la carta que les mandamos?.- Se refería a una carta que habían escrito y que el muchacho lanzó al aire tras haberle dado forma de avión.
.- No se, a lo peor no la han recibido, no me salió muy bien.
No quiso explicarle que los estúpidos  Reyes Magos, al igual que Papa Noel y Santa, solo te regalan cosas cuando tienes dinero.
Sin pretenderlo su mente retrocedió apenas un  año, solo un año. 
Se habían levantado de la cama el día de reyes y habían encontrado toda la habitación llena de regalos, no era lo que ellos habían pedido, pero aunque mas modestos a ellos les había producido una gran satisfacción, en especial a su hermana. Por supuesto, el a sus diez añitos  ya sabía quienes  eran los verdaderos responsables de tal evento. Había sido en el colegio, donde Rubén el niño mas rebelde pero que era su amigo, lo había estado explicando dándoselas de importante al estar rodeado de un grupo de compañeros. También les había dicho como se hacen los niños, y que el, había pillado varias veces a sus padres haciendo a su hermanito en diferentes posturas, por lo visto debía doler mucho porque los dos gemían según el .
Apenas un par de meses después de terminar aquellas navidades oyó a sus padres hablar, el paro se  había acabado, ya no iban a recibir ni un euro más. Su madre se había puesto a llorar y su padre apenas si podía contener las lágrimas. Unos meses después había llegado un hombre acompañado de la policía y les habían echado de casa. Parecía que había pasado un siglo. 

Después de tirarlos de muchos lugares donde habían pretendido montar su chabola, al fin la policía parecía haber hecho la vista gorda y les permitían seguir allí. Su padre, gracias a esos desechos mencionados, había construido para ellos una pequeña residencia donde poder  estar mas o menos confortables, dentro de lo delicado de la situación. Disponían de un pequeño comedor, un rinconcito que hacía las veces de  cocina y dos pequeños dormitorios donde dormir sus padres y ellos. Incluso disponían de ventanas, que Julián su padre, había hecho con unos trozos de un material que había encontrado y que tenía un nombre muy difícil de pronunciar, metaquilatro, al fin había aprendido a pronunciar aquello que parecía plástico. Con un cable enterrado en el suelo hasta el  poste eléctrico mas cercano se abastecían de electricidad, con la que podían alimentar un frigorífico y un televisor, que alguien, en mejor situación que ellos había abandonado junto al contenedor de basura, posiblemente los habrían renovado por otros mas modernos. También tenían una estufa de leña que el hombre había encontrado en el derribo de un chalet.
Su madre, Laura,  lograba no sin esfuerzos que la casa estuviese lo mas limpia de tierra posible, e incluso había puesto algunas plantas en la ventana y en la entrada de lo que ahora era su hogar.

.-¡Mira, mira! ¡Ya llegan!.- Sandra se puso a dar saltos de alegría al ver aparecer a los Magos. Germán por su parte intento sonreir al ver a su hermana, pero en sus labios apenas si se dibujo una mueca.

Habían pasado casi dos horas y el acto de reparto de regalos en la plaza  llegaba a su fin. Laura había salido un par de veces a decirles que se iban a quedar helados y que la cena estaba sobre la mesa, pero Sandra no había querido entrar y su hermano no estaba dispuesto a dejarla sola.

.-Bueno, esto ya se ha acabado, vamos para adentro.- 

La niña agachó su cabecita compungida pero sin soltar un lamento, aferrando la mano de su hermano entró junto a este en la choza. Enseguida sintieron un agradable calorcito , la estufa de leña que Julián había encendido hacía que aquel refugio fuese mas acogedor.
Se hallaban cenando al tiempo que veían el televisor cuando un tumulto se escuchó fuera de la morada.
Sus padres se miraron entre contrariados y asustados durante unos instantes que fué los que tardó Julian en reaccionar. Se levantó, fue hacia la puerta y salió al exterior con un palo que pensaba utilizar en la estufa. Los dos niños corrieron junto a su madre y esta les cobijo junto a ella sin perder  de vista la entrada.
No había transcurrido un minuto cuando el hombre volvió a entrar por la puerta, su rostro estaba resplandeciente con una amplia sonrisa que le llegaba de oreja a oreja.
.- ¡Salid fuera!¡De prisa salid fuera!.- Gritó a su familia que le miraban sorprendidos.
Los cuatro salieron fuera y la escena les dejo helados, pero no de frío.
Los tres reyes, sus monturas y cuatro pajes, todos ellos precediendo a un centenar de personas del barrio mas cercano se estaban acercando hacia ellos. Entre ellos el señor Joaquín, el tendero del barrio que aún resistía a pesar de la presión que los supermercados ejercían sobre los pequeños comercios. Doña Antonia, una anciana mujer que vivía sola y a la cual su nieta visitaba con frecuencia para ayudarle. La señora Enrriqueta, harto refunfuñona pero con un grandisimo corazón, acompañada de Claudio, su esposo, quien no hablaba por no pecar. Así hasta un centenar de personas aproximadamente. Las mismas que meses atrás habían evitado que les echasen de aquella chabola, las mismas que dentro de sus posibilidades les ayudaban con alimentos, ropa e incluso algún dinero todas las semanas. Las mismas que no habían dejado a las asistentas sociales mandar a  los niños a un centro estatal.
Todos ellos tenían en gran estima a aquella familia que debido a la situación estaban pasando malos tiempos, y ahora, se habían unido para que German y Sandra tuviesen aquel año sus regalos de reyes. Para Julian y Laura también había una grata sorpresa. A don Severino, uno de los vecinos mas pudientes de la barriada, le había quedado vacido uno de los cuatro pisos que tenía alquilados, entre todos le habían convencido para que lo alquilase a la familia sin ningún tipo de entrada y a un precio casi simbólico.

Los García siempre recordarían aquel día de reyes como el mejor día de sus vidas.


viernes, 3 de febrero de 2012

"La llamada de la sangre"







El hombre se hallaba sentado en el borde del camastro, sus codos apoyados sobre sus piernas, sus manos nervudas a ambos lados de su cráneo parecían querer sujetar aquel estuche donde reposaba su cerebro, y que en aquellos momentos, semejaba al gigante Polifemo golpeando las paredes que le retenían en la cueva tras haber sido herido en su único ojo por Ulises. 
Su cuerpo sufría repentinas convulsiones debidas a ese llanto que se había apoderado de el de forma incontenible. No podía contemplar su propio rostro lleno de tristeza y dolor, pero si aquellos hilillos de baba que caían entre sus piernas haciendo un pequeño charco en el suelo de la celda.
El hombre se había sentido hasta hacía unas horas un tipo seguro de si mismo, de carácter fuerte, difícil de ser herido en esa moral casi férrea de la que siempre había echo gala. Ahora en cambio se sentía completamente abatido, en menos de veinticuatro horas, todo su aplomo se había venido abajo y se sentía indefenso a merced de aquel vendaval de sucesos que le empujaban hacía un naufragio emocional.


Desde el otro lado de la cámara que enfocaba la celda alguien le observaba atentamente, se trataba del comisario Leveque de ascendencia gala y del inspector Sánchez.


.-¿Que opinas ?.- Inquirió el comisario a su subordinado y amigo.
.-No se, creo que es demasiado inverosímil su historia como para ser inventada.
.-¡Joder Sanchez! ¿No creerás lo que nos ha contado?
.-No, pero creo que el si lo creé. No puede ser que se haya inventado una historia tan cutre.


Unas horas antes Ricardo se dirigía de regreso a su hogar en un pueblecito de la comunidad valenciana llamado Turis. Había estado toda la semana en Madrid, en el stand del Patronato Provincial de Turismo València Terra i Mar, en un espacio expositivo donde se promocionaban productos y el turismo de la comunidad valenciana. 
Debido a las altas hora de la noche, casi las diez, que se le habían echado encima, decidió desviarse de la A-3 a la N-320 para cenar en el restaurante de un amigo en la localidad de Motilla del Palancar, municipio de unos séis mil habitantes, donde antes solía repartir productos de una empresa cárnica. 
Miguel "El gordo", que en realidad medía cerca de un metro noventa y era extremadamente delgado, le recibió con un fuerte abrazo. Hacia ya muchos años que se conocían, ambos habían estado destinados en Bosnia y Herzegobina donde nació esa amistad casi fraternal, que mas tarde prosiguió a lo largo de los años ayudada por el trabajo de Ricardo que le había llevado hasta su amigo de nuevo.


.-¡Hombre Ricardo! ¡Dichosos los ojos!.- Miguel salió de detrás de la barra y se dirigió a su amigo estrehandole en un fuerte abrazo.- ¿Como esta esa tía tan buena que tienes de mujer y que no me quieres prestar un rato?
.- Que mas quisieras tu, vomitaría cuando viera tus huesos.-Se abstuvo de contar a su amigo que su matrimonio se había disuelto hacía ya un año, no era el momento, tampoco le apetecía dar explicaciones. 
.- Cuando viese mis veintitrés centímetros pasaría de mis huesos olímpicamente.-Reía mientras decía esto y apartaba al recién llegado mirándole de arriba abajo.-Estas hecho un pincel macho, los años no pasan por ti.
Ricardo era un hombre de uno ochenta de estatura con treinta y cinco años, uno mas que su amigo, pero a diferencia de el conservaba todo aquel cabello negro ensortijado que le hacía parecer mas joven que Miguel.
.-¿Tu que?, ¿no piensas casarte nunca?.-
.-¡Ya sabes! Me conservo para todas, no hay derecho que solo sea una la que disfruta de este aparato que Dios me ha dado.


En aquellos momentos no tenían demasiado trabajo,era enero y el frío y la crisis hacían mella en todo tipo de negocios, así que decidió acompañar a Ricardo y charlaron durante todo el tiempo que duró la cena de los viejos tiempos, en especial de los vividos juntos en aquella tierra sumida en una guerra salvaje. 
"El Gordo" le enseñó una fotografía en la que ambos vestían uniforme y se encontraban junto al Puente de Mostar,(Stari Most) que había sido destruido por unidades del Consejo Croata de Defensa durante la guerra de Bosnia, el 9 de noviembre de 1993.



.-¡Joder que recuerdos !.- Ricardo se sintió verdaderamente emocionado.
.- Ya te digo, yo aún tenía pelo, aunque corto pero tenía.- Ahora apenas si quedaba algo de aquel cabello en los lados de su cabeza.- ¿Recuerdas al hijo puta de Moraga, el peluquero?.-
.-¡Claro! ¡Menudo cabrón, que rapadas nos pegaba!.- Ambos rieron de buena gana recordando aquellos trasquilones en sus cabezas.


Cerca de las doce de la noche, cuando solo quedaban en el local el cocinero y un camarero limpiando el establecimiento aparte de ellos dos , ambos amigos se despidieron fundiendose de nuevo en un fuerte abrazo. 
Ricardo subió a su auto y reinició la marcha incorporándose de nuevo a la carretera nacional para ir a enlazar de nuevo con la autovía A-3.
No había recorrido dos kilometros cuando un manto blanco comenzó a cubrir el asfalto y la visión de la carretera empezó a desaparecer. Los faros antiniebla de su citröen Xantia le ayudaban en cierto modo a poder distinguir la carretera al menos unos metros mas allá de su morro, aunque para su seguridad disminuyó la velocidad considerablemente.






una silueta apareció de repente andando por el lado derecho de la calzada en el mismo sentido en que Ricardo  circulaba, la figura iba ataviada con una prenda de ropa acolchada y una caperuza cubría su cabeza. Se trataba de una joven de unos dieciséis años aproximadamente como pudo descubrir al volverse la muchacha cuando se acercaba a ella, unos cabellos casi dorados y lacios asomaban por debajo de la capucha, esta levantó una mano en una clara señal que le indicaba que deseaba ser recogida.
Ricardo se preguntó para si ¿Que demonios hacía una cria de esa edad a esas horas por una carretera por la que apenas circularían una veintena de vehículos durante toda la noche?, sobre todo desde que la autovía había desviado la circulación  que antes cruzaba por las poblaciones.
Se detuvo junto a ella y accionó la maquina elevacristales desde el pulsador que se hallaba junto al cuadro  de mandos, la ventanilla bajo y la muchacha asomó su rostro extremadamente cetrino con aquellos grandes ojos azul celeste por el hueco que esta había dejado.
.-Ayudame por favor.-
.-Claro sube.¿Te ocurre algo?.- Se interesó el conductor del auto.
Ella entró  y quedo mirando al frente una vez se hubo acomodado en el asiento sin contestar a la pregunta.
.-¿Donde quieres que te lleve?.-
Señaló hacia delante con su dedo indice por toda respuesta.
El hombre pensó que posiblemente hubiese discutido con su novio o amigo y  esa debía ser la causa de que andase a solas por la calzada y estuviese tan poco comunicativa.
Un kilometro mas allá ella volvió a indicarle.
.-Por favor gira a la izquierda.- El obedeció.
El camino apenas si hubiese dejado que dos vehículos que viajasen en sentido contrario pudieran cruzarse debido su escasa anchura, por suerte por allí no pasaba nadie aparte de ellos.
Habían transcurrido unos tres minutos cuando apareció una granja entre la niebla al volver una curva del camino, no había luz alguna y Ricardo pensó que sus moradores deberían estar durmiendo.


.-¡Para por favor!.-


Se detuvo a unos doscientos metros del edificio, ella bajo y volviendose hacia el le dijo algo que este no logró entender, al menos de momento.


.-¡Avisa a mi madre, estará preocupada!.- Una lagrima que brilló al ser  iluminada por la luz del interior del auto, surcaba su rostro mientras decía esto y cerraba la puerta alejandose.
.-¡Oye! ¿Como que avise a tu madre?.- Preguntó contrariado.


La joven no respondió, se acercó a un pozo que se hallaba junto a la entrada de la granja, de repente se desvaneció.
Un escalofrío recorrió la espina dorsal del hombre, aquello era imposible. Seguramente la niebla le había gastado una mala pasada, por cierto, la niebla también se había disipado como por obra de magia.
Sonrió, aquello no podía ser, su imaginación estaba jugando con el. Abrió la guantera y extrajo una linterna con bombillas alógenas que ofrecian un gran campo de visión, se dirigió a la granja y una vez se encontró frente a la puerta sintió la sensación de que esta parecia abandonada. ¡No podía ser! ¡Aquello era de locos!. Golpeó la puerta tras comprobar que el pulsador que había al lado de esta no producía sonido alguno. La hoja de la puerta se abrió, no estaba cerrada y los golpes provocaron que se deslizase con un gruñido lastimoso hacia  dentro. Iluminó con la interna el interior de la vivienda. Maldijo para sus adentros, allí hacia ya mucho tiempo que nadie vivía.


Se acercó al pozo temeroso de lo que pudiese encontrar en su interior pero resuelto a saber donde diantres se hallaba aquella joven.
No tendría mas de veinte metros de profundidad y  hacía tiempo que no había albergado agua alguna que no fuese debida a algún aguacero caido por alguna ocasional tormenta. En el fondo se hallaba el cuerpo roto de la muchacha, la linterna bailó en sus manos y apunto estuvo de caer, se apartó de la oquedad y por unos instantes sus piernas  perdieron todas sus fuerzas doblandose y dejandole postrado de rodillas. Unas arcadas en su estomago le hicieron vomitar la cena que había ingerido hacia unos minutos.
A su mente volvieron aquellas imágenes de cuerpos mutilados en su mayoría, abandonados en posiciones de lo mas inverosímiles y grotescas en aquellas calles plagadas de socavones producidos por la artillería y donde apenas algunos edificios se mantenían en pie. En especial recordó los rostros de aquellas niñas y mujeres violadas, después ejecutadas de las formas mas diversas y crueles y  que volvieron a desfilar por su cerebro en una sucesión de horribles imágenes en forma de diapositivas entrelazadas. 






.- Además, nosotros no le hemos encontrado, ha sido el quien vino a denunciar la muerte de  Johana.- Insistió Sánchez ante su jefe que parecía querer dejar el caso cerrado rapidamente y sin contratiempos.


Ciertamente Ricardo había llegado al cuartel de la Guardia civil apenas una hora despues de lo sucedido en la granja. Un ventanuco se había abierto en la gruesa puerta  que cerraba el paso durante la noche, el rostro de un agente uniformado apareció por el.
.-¡Buenas noches! ¿Que le ocurre?
.- ¡Por favor, la niña esta muerta! ¡Esa muchacha esta allí en el pozo!.- Sus palabras apenas si eran un balbuceo difícil de entender.
.- Tranquilicese, ¿Que es lo que esta diciendo?.- El otro creyó haber escuchado mal y le pidió que repitiese lo que habia dicho atropelladamente, esta vez con mas calma.


Una hora mas tarde varios autos policiales se hallaban alrededor del pozo, sus faros encendidos y proyectados hacia este daban al lugar un aspecto irreal y lúgubre, iluminando la escena de una decena de agentes ataviados de color verde que maniobraban para sacar a la joven de aquel lugar donde había sido arrojada como un despojo cualquiera.
Ricardo no pudo evitarlo, abandonó el asiento trasero del vehículo todo terreno donde se encontraba, hizo una finta con su cuerpo para evitar el ser atrapado por el agente que se hallaba junto al auto custodiandole y corrió hacia el cadáver que había sido dejado suavemente sobre aquel suelo de tierra árida. Se arrodilló ante el antes de que nadie pudiese detenerle, atrapó aquella manita suave y fría y miró aquel rostro ahora casi desfigurado por completo.


.-¿Porque me elegiste a mi? ¿Porque?.- Sollozó amargamente.


Una extraña fuerza pareció magnetizar su mano contra la de ella, a pesar de los intentos de los agentes por separarle, ambas manos parecían haberse fundirse en una.
Entonces vio aquel auto de color oscuro que se colocaba junto a la muchacha, ella iba andando del mismo modo que el la había encontrado junto a la calzada.
Por el espacio dejado por la ventanilla alguien llamo su atención.


.- ¡Johana!, ¿te llevo a casa?.-


Ella miró hacia el interior, no podía distinguir el rostro del hombre en aquella oscura noche pero conocía el vehículo y a su conductor, así que presa del frío decidió subir al auto dejando aquel pequeño bolso que portaba sobre su regazo. 


.-¿De donde vienes a estas horas?.-
.- He estado con mis amigas un rato y se me ha hecho tarde, mi madre me va a pegar un buen puro.- Su mirada se perdía mas allá del haz de luz de los faros, pensando en la escusa que podría contar a su progenitora.
.-¿No llevas móvil para avisarla?.-
.- No, lo perdí hace poco y aún no me ha podido comprar otro.- Se refería a su madre que había quedado viuda al poco de nacer ella y había tenido que sacar la casa a flote sin nadie que le ayudase.
.- He de  pasar un momento por un sitio y enseguida te acerco a  tu casa, no te preocupes no tardo nada.


Llegaron frente a una casa de dos plantas que se hallaba  a un kilómetro aproximadamente del pueblo. La muchacha se volvió a tiempo de ver aquel puño enfundado en un guante de color negro con una pequeña mancha de pintura amarilla o algo parecido en uno de los nudillos. El impacto en su rostro fue brutal y perdió el conocimiento al instante.


Las manos de ambos se soltaron de repente y los agentes consiguieron izar su cuerpo, poniéndole en pie. El rostro de Ricardo era como una de aquellas mascaras de tragedia griega.


  


  
.- ¡Sabes que eso no quiere decir nada! Estos majaras nunca sabes por donde van a salir. Y eso de que se le apareciese la muchacha no tiene pies ni cabeza. Así que arráncale una confesión como sea, empapelalo y que mañana pase por el juzgado de guardia.- El comisario, atrapó una carpeta que se hallaba sobre su escritorio y la lanzó con furia al suelo.- ¡Joder si no le ha dejado ni una gota de sangre en su cuerpo! ¡Tiene que tratarse de un loco hijo de puta!.


El cadáver de la joven ciertamente había sido encontrado sin un ápice de sangre en sus venas, pero lo que mas les contrariaba es que no había sangre tampoco en el interior del pozo, ni en la casa, ni en ningún lugar cerca de donde había sido encontrada. Donde la habían matado aún era una incógnita.    




Ricardo oía el clamor de los vecinos del pueblo que se iban reuniendo junto a la casa cuartel, y que demandaban les fuese entregado. De haberlo echo seguramente se le habría aplicado la Ley de Linch sin mas.
Sanchez se acercó a la celda e introdujo un paquete de Winston por entre los barrotes.


.-¿Te apetece un cigarro?.-


Ricardo le miró sorprendido, aún recordaba lo duro que el agente había sido durante el interogatorio.


.-Lo había dejado pero en estos momentos creo que todo da igual.- 


Atrapó el paquete y tras colocarse un cigarrillo en los labios se lo volvió a tender a su dueño. El inspector pasó su mano con el encendedor y Ricardo encendió el cigarrillo aspirando su humo profundamente. Hacía dos meses que no fumaba y esto le provocó una dolorosa tos que contuvo a duras penas. A pesar de todo volvió a dar otra calada y esta vez el humo  pareció entrar con mas facilidad en sus pulmones.


.- ¿No has sido tu verdad?
.- No, y si hubiese estado cuando ocurrió no seria su cadáver el que apareció en el pozo.- Su voz adquirió un tono grave y amenazador  al proferir estas palabras. 
.- Creo en ti pero mi jefe tiene razón, lo del fantasma de la niña no se tiene. Tal vez ocurrió de otro modo y con los nervios lo has olvidado.
.- Ojala y tuviese alguna historia mejor pero fue lo que ocurrió en realidad.- Miró a los ojos del policía intentando encontrar un atisbo de fe en lo que el había contado. Los pupilas grises de Sánchez no denotaban expresión alguna.
.-¿En tu segunda visión no pudiste ver ningún detalle del tipo que la recogió? ¿La marca del auto quizás?.- El detenido negó impotente con la cabeza.


A las séis de la tarde Leveque entró como una flecha en la casa cuartel, miró al agente que se hallaba sentado tras un escritorio junto a la entrada y le señaló con el dedo.


.-Lleva al sospechoso a la sala de interrogatorios.- Ordenó tajante.
.-Señor al detenido se lo han llevado Sánchez y Ortega para hacer una verificación de los echos "in situ".-
.-¿Porque no se me ha informado?.¡Puta mierda!.- Salió en tromba tal cual había llegado.




.- Este no es el camino por el que yo estuve.- Advirtió Ricardo que iba sentado en el asiento trasero del auto policial.
.-Ya lo sabemos, antes debemos pasar por otro lugar para recoger a alguien.- El tipo llamado Ortega que iba junto al conductor, se volvió hacía el agarrando con sus dedos enguantados la rejilla que separaba la parte trasera del vehículo.


Los ojos del detenido se abrieron desmesuradamente, había reconocido su voz, reconoció aquel guante con una pequeña mancha amarilla en su nudillo, todo su cuerpo se tensó.


.-¡Eres tu hijo de puta!.- Gritó a la vez que se aferraba a la reja como una fiera enloquecida con sus manos esposadas.
.-¿Que dices?, suelta la reja.- Pregunto Sánchez contrariado.
.-¡El es el asesino he reconocido su voz y su guante!.-
.-¡Joder Ortega! Si va a ser verdad que este hijo puta ha tenido esas visiones.
.-Ya te lo dije cuando describió como yo había recogido a Johana con el coche.-


Ricardo se dejó caer hacía atrás abatido, los dos tipos eran cómplices en el asesinato.


.-Has tenido mala suerte amigo.-Sánchez le dijo esto al tiempo que le miraba por el espejo retrovisor.- ¡Coño! ¡Mira que ser vidente!.






No podía creer lo que le estaba ocurriendo, allí se encontraba, en el sótano de la misma casa a la que habían llevado a la joven, atado a una camilla, con una cánula inyectada en una arteria por la que su sangre fluía hacia un recipiente con anticoagulante que rapidamente comenzaba a llenarse y con una mordaza en su boca que le impedía gritar. Aunque el ya sabía que se encontraba alejado de la zona urbana de la localidad por lo que seguramente no le hubiese servido de mucho.
Cuatro personas observaban frente a el como aquel liquido viscoso recorría el tubo transparente. Dos de ellos eran Sánchez y Ortega, los dos guardias civiles. Con ellos había otra persona ataviada con una túnica negra y una capucha del mismo color que cubría su rostro, aún así  podían verse unos crueles ojos inyectados en sangre bajo ella. El otro tipo era "El Gordo".


.- Lo siento amigo, no podíamos dejar que contases esa historia por ahí. No se como supiste lo que había ocurrido pero no podiamos arriesgarnos a que recordases algo mas y nos descubriese. Lo de Johana fue una estupidez por parte de Ortega, pero ya no tiene remedio.-


Ricardo le dirigió una mirada que demandaba el auxilio de aquel que había sido su compañero de armas.


.-Lo siento, de veras lo siento. Esto no tenía que haber pasado. Te prometo que no te vas a enterar amigo, en pocos minutos perderás la noción del tiempo y entraras en un dulce sueño.-
.-No quiero que mueras sin saber porque. Tu sangre al igual que la de Johana servirá para nuestro ritual.- Fue Sánchez quien se dispuso a contarle lo que estaba sucediendo. Se volvió hacia la figura totalmente cubierta y le retiró la capucha con suavidad.- Es mi hermano Rodrigo.


Ricardo jamás había visto algo tan horrible, aquello, si alguna vez fue una persona ahora rotundamente no lo parecía, tenía desagradables mutilaciones en las que orejas y nariz aparecían como corroídas, los labios deformados y las encías descarnadas.






.-Se trata de porfiria.- Continuó con las explicaciones.- Mi hermano sufría dolores abdominales terribles, como los de un cólico, seguidos de vómitos y estreñimiento. La debilidad se apoderaba de el y le provocaba parálisis, cambios sensoriales y dolor muscular. Estos ataques agudos pueden ser potencialmente fatales y producen una serie de desequilibrios, presión sanguínea baja y shock. 
La luz destruye sus tejidos, la piel se recubre de ampollas y los huesos se corroen. Mi hermano ya hubiese muerto hace algunos años posiblemente si "El gordo" no nos ayuda.- Su mirada se volvió hacía el aludido.


.- Cuando tu te licenciaste yo aún estuve en aquel infierno treinta días mas. En una operación conjunta con soldados búlgaros en Dahovo, mis dos compañeros españoles murieron al explotar una mina. Aquella misma noche nos pusimos ciegos, Ivaylo atrapó a una mujer, le cortó el cuello y todos bebimos de su sangre.
 Cuando desperté al día siguiente estaba horrorizado por lo que habíamos echo, ellos hablaron conmigo, me mostraron el camino de la vida eterna  y el culto a la sangre, me enseñaron a amar a Akasha,madre de todos los vampiros. Reina del Kemet, el primer reino anterior al Egipto de las pirámides y los faraones. Ella fue la primera que abrazó el reino de la noche, cuando Amel, un espíritu amante del sabor de la sangre humana se introdujo en su cuerpo Este le dió la muerte para que la sangre ajena le diese la vida. Le otorgó el poder de sobrevivir a los mortales y colmillos para beber la sangre de la yugular para conseguir la inmortalidad.-






Ricardo comenzaba a sentirse desvanecer, la sangre perdida comenzaba   a hacer mella y la somnolencia comenzaba apoderarse de el, mientras que aquel al cual había considerado su amigo, se iba exaltando al tiempo que continuaba con sus explicaciones.


.- Conocí a Sánchez y nos hocimos muy buenos amigos, en un momento de hastió e impotencia, me contó como hacía varios años que se había mudado a este pueblo donde nadie le conocía y lo de su hermano enfermo al cual nadie había visto jamas. Hable con el y le mostré el camino, desde entonces su hermano se encuentra mejor, aunque las marcas de la enfermedad siguen siendo evidentes........-


La rotura de cristales de los ventanucos situados en la parte alta de las paredes del sótano interrumpió las aclaraciones de el "Gordo", los botes cayeron en el suelo del recinto y comenzaron a soltar aquel humo cegador. La puerta del sótano se abrió de golpe, Ricardo oyó los disparos y los gritos de dolor que provenían de todas direcciones. En ese preciso instante se desvaneció.




La cabeza de la mujer se apoyó en su pecho presa de  un doloroso llanto, las manos de el la abrazaron y su cuerpo intentó amortiguar aquellas convulsiones que ella sufría. No consiguió lograrlo, por el contrario pareció contagiarse de aquel sufrimiento y ambos cuerpos semejaron  bailar una danza de dolor y rabia apenas contenida.
El operario del cementerio termino de dar la última paletada a la pared del nicho donde el cuerpo de Johana iba a reposar a partir de aquel momento.
La madre de la joven aún no había cumplido los cuarenta, viendo su rostro, Ricardo podía ver el de la joven si esta hubiese tenido tiempo de crecer y si aquellos malditos no hubiesen acabado con su vida.


.- Gracias por devolverme a mi hija, no se que hubiese sido de mi si jamas se hubiera encontrado el cuerpo, al menos se que ahora reposa en un lugar donde yo puedo sentirme cerca de ella.-


Uno de los implicados en el asesinato había confesado antes de morir que pensaban tapar el cuerpo de la joven al día siguiente con hormigón.


El hombre la miró y sintió algo muy frustrante dentro de si, aquella mujer había perdido a la única persona que le unía con la vida, no tenía ningún familiar cercano que pudiese darle consuelo.


.-¿Te importa que te visite de vez en cuando?.- La pregunta salió espontaneamente de sus labios.


Ella le miró con unos ojos vidriosos y húmedos.


.- No, claro que no, mi hija te eligió para que dieses reposo a su cuerpo y estaré encantada de que vuelvas cuando te apetezca.-


El se sintió impresionado por aquella bondad y dulzura que la mujer mostraba a pesar de las circunstancias. 


.-En realidad ella quería que tu descansases, por eso me pidió que te hiciese saber donde se encontraba.-
.- Gracias, gracias por todo.-La mujer volvió a abrazarle y rompió de nuevo en un irrefrenable llanto.


Minutos mas tarde se despedían tras prometer Ricardo que volvería. Se encaminó hacía la salida del cementerio recordando lo que Leveque le había contado.


Al salir del cuartel el comisario había subido a su auto, un amigo de la Diputación General de la Policía le había dicho que en los últimos tiempos habían desaparecido muchas personas, la mayoría jóvenes sin familia. Todo ello en un radio de cien kilómetros y como eje la localidad donde ellos residían, por lo que el municipio de Motilla del Palancar estaba en el punto de mira de las investigaciones. Esto dejaba fuera de juego al forastero que habían apresado.     
Giró la llave del contacto y se volvió rapidamente al notar que alguien ocupaba el asiento de al lado del conductor.
Aquellos ojos azul celeste le miraban fijamente, la cabeza de la joven estaba tapada con una capucha aunque  sus cabellos dorados sobresalían de esta, aquella cara cetrina frente a el le produjo un escalofrío como jamas había sentido.


.- El esta en peligro.- La joven no había movido los labios, sin embargo, el podía oír su voz perfectamente.
.- ¿Quién esta en peligro?.- Intento reponerse y hacerse cargo de la situación.-


Según le había contado Leveque fue  ella la que les había llevado hasta aquel sótano donde aparte de las cuatro hombres que el podía ver, también se encontraban diez personas mas tras la camilla fuera del alcance de su vista, algunas de ellas influyentes y respetadas en el pueblo. Ella les condujo hasta allí para salvar su vida. De todos modos le juró que jamas escribiría en el informe nada de lo sucedido, eso podría costarle acabar en un manicomio. Ya se le ocurriría algo que contar en el.


Cerca ya de la salida Ricardo volvió a ver a la joven. Estaba apoyada de espaldas en un frondoso álamo blanco, ambos se miraron, ella sonrió y le lanzó un beso con la palma de su mano, una triste sonrisa afloró en los labios del hombre. Tras volver a desvanecer pasados unos instantes, el hombre salió, dejando atrás aquel lugar de reposo y prometiéndose a si mismo que regresaría. Posiblemente fijase allí su nuevo domicilio.

lunes, 9 de enero de 2012

"Los sueños, sueños son"


Un destello de luz me da de lleno en pleno ojo izquierdo, a pesar de estar cerrado y aún mas cuando aprieto ambos parpados para evitar que esa puñetera luz consiga penetrar hasta mi cornea, sigo notando esa claridad y no puedo por mas que abrir esos ojos preciosos que Dios me ha dado. Me parece que se nota que estoy encantado con ellos, me da lo mismo, es cierto. Estos dos enormes ojos rasgados, con un iris de color aguamarina con destellos verde esmeralda, miran cabreados hacia la rendija de la persiana por la que el haz de luz consigue colarse .
-¡ Joder si tiene que ser muy temprano!.- Refunfuño al tiempo que agarro mi frente  para evitar que mi cerebro salte de mi cráneo y se vaya de picos pardos sin mi. Cuando estoy seguro que no va a hacerlo mi mano izquierda  coge el móvil de encima de la mesita y lo planta frente a estas dos preciosidades, pulso el botón y algo turbio consigo descubrir que son las 2 de la tarde, o como dicen en la tele las catorce horas. Por supuesto, mi mano derecha sigue en mi frente, que este seguro no quiere decir que no valla a hacerlo.
No recuerdo  como llegue a la cama, ni siquiera de como había llegado hasta mi casa, ni donde había estado. Eso si, lo que es seguro es que no es alzheimer.


Un agradable aroma a comida apetitosa llega hasta mis fosas nasales, juraría que se trata de las moléculas olorosas que desprende un buen trozo de jamón a la plancha, las que llegan por ese natural proceso de difusión de las mismas  hasta mi nariz.
Mi estomago no esta de acuerdo con mi olfato,  me da una sacudida que casi consigue que la leche que mamé de mi madre vuelva a ver la luz. Soy un tío duro y consigo evitar que aquel primer calostro salga por mi boca.
Consigo levantarme de la cama y me dirijo hacia la cocina de este maravilloso ático de 500 metros cuadrados que poseo cerca de La ciudad de las Artes en Valencia. Cada estancia esta decorada con elementos de países diferentes, y es un gustazo al recorrer esta humilde morada la sensación que me invade de estar viajando por el mundo entero. Por supuesto ya le he recorrido varias veces en realidad. Me encanta viajar.


Entro en la cocina de estilo colonial americano, he de reconocer aunque peque un poco de falsa modestia, que tengo un gusto exquisito para la decoración.






Frente a los fogones una figura exuberante  de mujer manipula una paleta volteando las cortadas de jamón, está completamente desnuda. Tenía razón mi olfato en el banco esperaban tres platos con sendos huevos fritos a que se pusiese sobre ellos lo que se estaba terminando de cocinar. ¿Tres?. ¿Había otra diosa como esta a la que solamente su pelo negro cubría parte de su espalda?
¡Joder que pedazo de culo?. Me recuerda la manzana de Apple, y espero haberle dado el mordisco que esta lleva y que este se merece.
Tampoco la sorpresa ha sido mayúscula, lo cierto es que es bastante frecuente que mi casa sea visitada por féminas de este calibre.
Parece que me ha presentido y se vuelve hacia mi paleta en ristre
.-¡Hola Narcis!.-
Si, me llamo Narciso, pero no  penséis  que mi nombre influye para nada en mi forma de ser.
¡Caramba! Vista de frente aún parece mas una deidad.
.-¿Tienes hambre? Ahora iba a despertarte.
Me viene a la mente como ha conseguido preparar la comida sin que el aceite salpique esos turgentes senos terminados en un bonito pezón que parece mirar el techo, ni a ese vientre plano en cuyo bonito ombligo resalta un piercing reluciente, imagino que en ese bien recortado triangulo de pelo también negro que luce sobre sus labios vaginales es ya mas difícil. Que no haya salpicado su hermoso rostro en el cual lucen dos preciosos ojos rasgados de color negro intenso, una nariz perfectamente tallada, y unos labios carnosos y sensuales lo tengo mas claro, sus ya mencionados senos hacen una pantalla perfecta que impide al aceite llegar a el.
No puedo contestar, una suave voz de hombre con un tono excesivamente afeminado y que suena a mi espalda lo impide.
.-¡Caray, ya se ha despertado el dormilón!
Junto a mi pasa un joven que roza adrede mi brazo, de cabellos rubios ensortijados no excesivamente largos, pero si excesivamente bello,y excesivamente contoneante, y excesivamente desnudo. Caigo en la cuenta de que yo también ando en pelota picada, una de mis manos se posa en mi trasero instintivamente, no noto nada raro en el, la primera vez debe doler pienso yo, ¿entonces porque no noto nada?.
¿Pero quién son? ¿Que coño ha pasado aquí esta noche?.
Sin querer viene a mi mente un capitulo de "Los sueños mueren primero"  magnifica novela de Harold Robbins que nos presenta a  Gareth Brendan apuesto joven, fuerte sexualmente agresivo que se hace cargo de un semanario al borde de la ruina, el Hollywood Express, y lo transforma en una sensacional publicación Underground. Su vida quedará ligada a la de su tío Lonergan, a sus contactos con el hampa y a su inescrupulosa sed de poder. De un choque violento a otro, con la ley, con la mafia con quienes buscan aprovecharse de su éxito o sumirlo en el fracaso, Gareth mantiene su deseo de transformar su revista erótica en un extraordinario universo personal: casinos clubs, lugares de vacaciones, hoteles, fotógrafos y modelos muy bien remunerados; universo de hedonismo desbordante en el cual dinero y sexo no pueden distinguirse, universo de drogas, sexo libre y violencia, universo tan variado que casi escapa del control de Gareth Brendan... 






Ella me mira y suelta una carcajada, el joven también se vuelve hacia mi y ríe divertido mirando mi mano protectora.
.- ¿No recuerdas nada, verdad?.- Me pregunta el entre risas. 
¡ Joder se les saltan las lagrimas de tanto reír !.
Niego con la cabeza, no recordaba la resaca y un fuerte dolor agudo y punzante atraviesa mi cráneo.
Al mismo tiempo noto como mi pene se pone erecto,muy erecto y duro.¡ Leches ! ¿No se me pondrá duro por el? ¡ Que coño, no puede ser!. 


Noto una mano que lo acaricia. ¿Aún hay mas gente? ¡ La madre que me parió !.
Lo aprieta y ejerce sobre el un rítmico movimiento que aún le hace endurecer mas, hasta el punto de que parece vaya a reventar.


Vuelvo a abrir mis ojos, ahora son de un color castaño,eso si, con algunos tonos verdosos, aunque ignoro si tiene similitud con alguna piedra preciosa, lo dudo.
Veo a esa mujer que lleva mucho, aunque para mi, excesivamente poco tiempo a mi lado, consigue borrar por completo la imagen de la cocinera, de los huevos con jamón y sobre todo la del tipo rubio.
.-No he podido evitarlo, estaba durísima, no quería despertarte pero la tentación ha podido mas que yo. ¿ A saber que soñabas?.
¿Que soñaba?. La verdad es que ni lo recuerdo, ni me importa lo mas mínimo. Me lanzo sobre esa mujer divina que es mi compañera y con la que he vivido los años mas hermosos de mi vida.


El piso de setenta metros cuadrados tiembla.